Hoy te compartimos un ejercicio gustoso, amoroso, que te ayude a soltar y renovarte en aquello en lo que te sientas disponible. Este ritual lo puedes hacer sola o acompañada.
Los rituales son útiles para ubicarnos y darle importancia a aquello que está pasando. Es una manera de valorarlo y honrar ese momento. Puedes hacer un ritual para muchísimas situaciones. En este caso te lo proponemos para un cierre de año o de etapa.
¿Qué necesitas para este ritual?
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- Una o varias velas.
- Un cuenco de cerámica o de un material que puedas quemar papel.
- Cerillas o un mechero.
- Papel y boli.
- Una sala privada
Pasos a seguir:
1. Ambienta la sala a tu gusto, creando esa intimidad que requieren los rituales (luz tenue, velas encendidas, música que acompañe…)
2. Una vez tengas ambientada la sala, siéntate y date un momento para observar el año vivido, el año recogido, las experiencias pasadas, los baches que me he encontrado, y aquello que me ha nutrido y me ha hecho sentir más en calma. Incluso puedes hacer un escrito con todo aquello si te ayuda.
3. Coge una hoja en blanco y escribe aquello que te gustaría soltar y dejar ir. Sé realista, habrá aspectos que te sientas disponible a soltar y otros que sean más bien “aflojar”.
Es buen momento para ver si todo aquello que quieres soltar realmente te sientes disponible a hacerlo por ti misma o puede que te vaya bien que te acompañe alguien en este camino. No somos todopoderosas…
4. Haz papelitos que puedas recortar aquello que necesitas soltar y dejar ir. Como si de un acto de fe se tratase. Escribe un papelito por cada aspecto a soltar que te venga.
5. Haz lo mismo pero con aquellos aspectos que quieres que estén presentes en tu vida el próximo año. Manifiesta aquello por lo que apuestas y siembras para recoger cuando acabe.
6. Cuando ya tengas ambos bloques, te propongo que cojas aquel montón de papelitos que están centrados en “soltar y dejar ir”, y con toda la solemnidad que necesita este acto, empieza a nombrar cada aspecto que deseas soltar e introdúcelo uno a uno en el cuenco.
7. Una vez los tengas todos, enciende una cerilla e introducela en el cuenco con cuidado para prenderlo y soltarlo. Y por un momento parate a sentir:
¿qué significa para ti que aquello no esté presente? ¿qué herramientas tengo para que se materialice mi deseo? Me dejo sentir, y honro este momento
8. Ahora recoge todos aquellos papeles enfocados en lo que quieres que esté presente, aquello que quieres sembrar. Nombralos, leelos y toca suelo, como conéctandote a la tierra, al presente.
Además, lo que te proponemos es que con estos papelitos escojas un pequeño ritual para darle vida. Y ahí te dejamos espacio para tu creatividad, puede ser:
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- Introducir aquellos papeles en una maceta con una semilla que va creciendo
- Llevar estos papeles a un sitio que te de vida y luz.
- Introducirlos en una botella de cristal y colgarlos en un sitio que tenga luz y vida.
- (…)
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Seguro que se te ocurren muchas posibilidades.
Menciona tu propósito para hacerlo más real, por ejemplo “voy a sembrarlo en el naranjo de la puerta de mi casa”
Una vez nombrado y creado el propósito te propongo que respires lo nombrado y lo dicho, te tomes un espacio para darle su momento y poco a poco recojas el espacio creado, en silencio y cerrando como necesites este momento.
Este ritual te puede facilitar observar en qué punto te encuentras, y qué deseas o necesitas.
Es importante que aquello que hayas nombrado no accedas a ello posteriormente en el futuro. No necesitas recordarlo ni revisarlo, ya lo has manifestado y ahora es importante confiar sin revisar en un futuro. Aquél espacio donde deposite los papeles enfocados al próximo año es importante que sea un espacio que no puedas consultar en un futuro.
Y te recordamos que si en este soltar y manifestar lo que quiero que esté presente te das cuenta que puede que te sirva que alguien te acompañe en este camino, que sepas que estamos a tu disposición todo un equipo de psicólogas y terapeutas para aquello en lo que creas que lo puedes necesitar. Solo tienes que pedir una sesión de valoración gratuita y podemos trazar aquél camino.
Texto por Noemí Conde, cofundadora y psicoterapeuta especializada en TCA y autoestima corporal en Desnúdate